BUENOS AIRES LÍRICA - La experiencia de la opera
 
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I CAPULETI
E I MONTECCHI
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Felice Romani, autor del libreto de I Capuleti e i Montecchi
Felice Romani, autor del libreto de I Capuleti e i Montecchi
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Por Claudio Ratier

Primeras óperas


El 12 (?) de febrero 1825 estrenó su primera ópera, Adelson e Salvini, sobre un libreto preexistente de Andrea Tottola, ya musicalizado en 1816 por Valentino Fioravanti. Se dio en el teatrino del Colegio de San Sebastiano y el entusiasmo suscitado, hizo posible que a lo largo del año se repitiese todos los domingos. Es de esperar que pese al buen recibimiento, esta primera experiencia teatral no haya satisfecho a su creador, que llegó a apuntar en la última página: Fine del dramma, alias Pasticcione. De todos modos la juvenil Adelson e Salvini abundó en material de buena calidad, muy útil como base para creaciones futuras, entre ellas el aria de Giulietta Ah! Quante volte, de I Capuleti e i Montecchi..

Siguió una ópera de tema serio, Bianca e Fernando (para evitar la coincidencia con el nombre del Rey, la censura la hizo rebautizar Bianca e Gernando). Fue compuesta sobre texto de Domenico Gilardoni y gracias al Duque de Noja, que logró que los alumnos más destacados del conservatorio escribiesen una ópera para el Teatro di San Carlo en lugar de la habitual cantata, se estrenó en esa sala el 30 de mayo de 1826. Fueron sus intérpretes la soprano Henriette Méric-Lalande, el bajo Luigi Lablache y el tenor Giovanni Battista Rubini: se trató del inicio de la colaboración con este último, destinado a convertirse en uno de los tenores más importantes de su siglo y partícipe de varios éxitos bellinanos. Por segunda vez, el compositor era ovacionado por su público napolitano.

No pasó demasiado tiempo, hasta que el conocido empresario milanés Domenico Barbaja lo invitase a componer una ópera para la Scala. El 5 de abril Bellini dejó Nápoles y, por recomendación de su maestro Zingarelli, en Milán se encontró con su futuro colaborador, el libretista Felice Romani. Fue este quien propuso el libreto del primer trabajo conjunto: Il pirata, y desde ese momento todas las creaciones del compositor, a excepción de I puritani, contaron con textos de su autoría.