Por Claudio Ratier

Una travesía iniciática

París
El Holandés Errante
Estreno y repercusión mundial


Estreno y repercusiÓn mundial

El Holandés Errante fue rechazado en París y en Berlín. La inminencia del nombramiento de Wagner como Kapellmeister de la corte de Sajonia (cargo que compartió con Carl Gottlieb Reissiger) tuvo mucho que ver para que, finalmente, se estrenase el 2 de enero de 1843 en la Ópera de la Corte de Dresde, flamante y moderna sala diseñada por el arquitecto Gottfried Semper; en ese mismo teatro tuvo lugar el estreno de Rienzi , el 20 de octubre del año anterior. Bajo la dirección del autor actuaron Wilhelmine Schröder-Devrient (Senta) y Michael Wächter (Holandés). Como la legendaria primadonna (también fue la primera Irene en Rienzi y sería la primera Venus en Tannhäuser ) debía ausentarse de la capital sajona, sólo se ofrecieron cuatro funciones que Wagner consideró un fracaso. Su predecesora Rienzi, que se correspondía con el gusto de un público que pedía espectacularidad y seguía las modas dictadas por la ópera grandiosa a la manera de Meyerbeer, representó un éxito que otorgó prestigio al compositor, pero el nuevo drama estaba en las antípodas de lo convencional. Los oyentes, aunque la historia en la que se basa el libreto les haya resultado familiar (era muy conocida en Europa central), se desconcertaron por la ausencia del elemento grandilocuente y los personajes que se alejan de lo arquetípico, con el acento puesto en los rasgos psicológicos. Tampoco estaban acostumbrados a ser sorprendidos por una obertura de un carácter tan desesperado, que en medio de la incomprensión algunos calificaron de "aberrante", ni eran comunes los largos monólogos como el del protagonista cuando aparece en escena... Sin lugar a dudas era un verdadero "drama del porvenir", que tuvo que soportar las injusticias de las que suelen ser víctimas las innovaciones que llegan para sacudir el orden establecido en el seno de la sociedad.

El Holandés Errante debió sufrir durante mucho tiempo la calificación, o mejor dicho, "descalificación", de "obra juvenil" o "de transición". Al estreno mundial siguieron, en el mismo año, los de Riga y Kassel, sin mayor repercusión. En 1844 llegó a Berlín y el próximo estreno tuvo lugar en Zurich, en 1852. Hasta 1870 se sucedieron estrenos muy espaciados en Viena, Munich, Rótterdam y Londres, y desde 1872 la obra conoció los escenarios de Estocolmo, Filadelfia, Bruselas, Nueva York, Dublín, Bolonia, Copenhague, Milán, Lisboa, Madrid y París, entre otras ciudades. Gracias a la oposición de algunos wagnerianos que fueron más papistas que el propio papa, y que dilataron el estreno durante muchos festivales por empecinarse en verla como "obra menor" (!), El Holandés Errante recién pudo echar amarras en el Festspielhaus de Bayreuth en 1901.

En Buenos Aires
Con el título de El buque fantasma (nombre que se le dio en los países latinos), se estrenó en Buenos Aires en el Teatro Politeama Argentino el 9 de agosto de 1887, en italiano y con la dirección de Oreste Bimboni. Sus intérpretes principales fueron Senatore Sparapani (Holandés), Gemma Bellincioni (Senta), Roberto Stagno (Erik) y Lodovico Viviani (Daland).

Durante mucho tiempo se entendió que éste había sido el estreno sudamericano de la obra, pero gracias a una serie de datos recogidos por Juan Pedro Franze en el programa de mano del Teatro Colón (temporada 1992), hoy sabemos que esto no fue así. El estreno tuvo lugar en la recién inaugurada ciudad de La Plata, aunque hay puntos a esclarecer: si nos basamos en una crónica aparecida en el diario La Nación, recogemos que El buque fantasma se estrenó allí en el Teatro Olimpo, en función de gala por el 9 de julio de 1886; por otra parte, según la Historia de la Música de Vicente Gesualdo, el estreno fue en la misma sala, pero el 19 de noviembre de ese año, con Gemma Bellincioni y Roberto Stagno como parte del elenco. Una investigación profunda de estos antecedentes, servirá algún día para esclarecer la duda.

Tras un silencio de 47 años, regresó a Buenos Aires para ser estrenado en el Teatro Colón el 24 de agosto de 1934. Bajo la dirección de Fritz Busch actuaron Walter Grossmann (Holandés), Margarete Teschemacher (Senta), Alexander Kipnis (Daland), Gothelf Pistor (Erik), Camilla Kallab (Mary) y Hans Fleischer (Timonel). A partir de ese año, la ópera siempre se representó en idioma alemán.

Ahora usted podrá disfrutar de El Holandés Errante , que se ofrece por primera vez en nuestra ciudad fuera del Teatro Colón desde el estreno en esa sala hace 73 años.

En la versión rechazada por la Opéra de París, los tres actos transcurrían de manera continua, sin intervalos entre medio. Wagner modificó esto para la Ópera de la Corte de Dresde e introdujo pausas entre los actos. Cuando El Holandés Errante llegó a Bayreuth, Cosima Wagner dictaminó interpretarla como había sido pensada originalmente, de una manera en la que el propio autor jamás pudo escucharla. Buenos Aires Lírica optó por introducir un intervalo entre el primero y segundo acto, y desarrollar el resto de la ópera con la unión entre segundo y tercero.

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