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la risa llega al mundo de la ópera


La historia del género lírico remonta los antecedentes de la ópera buffa a algunas escenas risueñas que aparecen en la dramaturgia de Claudio Monteverdi (por ejemplo, el diálogo entre los dos soldados luego del ritornello de Ottone, al comienzo de L'incoronazione di Poppea ). Tampoco deben pasarse por alto las "comedias armónicas", respuesta de los maestros de la polifonía a la monodia del estilo representativo florentino, que caracterizaba a las primeras manifestaciones del género melodramático. Acaso la más importante de estas comedias sea L'Amphiparnaso (1597), de Orazio Vecchi, cuyos protagonistas son los personajes de la Commedia dell'arte, estética que, con sus orígenes arraigados en el mundo antiguo, nació en el siglo XVI. Ésta supo caricaturizar con tanta agudeza al ser humano, que jamás dejaremos de descubrir junto a nosotros individuos capaces de recordarnos a Arlecchino, Colombina, Zanni o Pantalone. Las representaciones de la Commedia dell'arte se efectuaban en lugares públicos y era común echar mano a recursos que sobrepasaban el límite de la procacidad, para provocar las carcajadas del pueblo. Su influencia fue decisiva y permanente para el nacimiento de la ópera buffa y su desarrollo posterior.

En napolitano, buffo es sinónimo de cómico. Y fue en la ciudad partenópea donde vio la luz la primera composición del género: Patró Calienno de la Costa, de Antonio Orefice, estrenada en el Teatro dei Fiorentini en 1709. Una vez más, Nápoles, la ciudad de los grandes teatros y de los conservatorios, formadora de memorables castrati y madre del belcanto, realizaba un aporte de vasta trascendencia. Los héroes mitológicos y los grandes personajes de la historia eran cambiados por individuos comunes que se reían el uno del otro y hacían reír al auditorio, y el ambiente de la Arcadia o de los palacios era reemplazado por vecindarios, con sus mercados y caserones llenos de balcones y ventanas, a través de los que podía salir expelida cualquier sustancia indeseable, pero capaz de desatar carcajadas.

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