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BUENAS RAZONES PARA ORESTES
Los preparativos para el estreno argentino de Orestes, la primera ópera tango de la historia (véase Comentario), han entrado en su tramo final. Al incluirla en su primera temporada, Buenos Aires Lírica acertó por dos motivos. El primero de ellos es darle cabida a una creación nacional contemporánea, modalidad que se planifica repetir en el futuro. Y el segundo, estrechamente ligado al anterior, es haber adoptado la costumbre de los teatros líricos del hemisferio norte, que incluyen modernas creaciones de los diversos países de origen en sus programaciones anuales.
Betty Gambartes y Diego Vila, dupla que realizó diversas colaboraciones en el campo del teatro musical, reunió los requisitos fundamentales para concebir una auténtica obra de fusión, pues a su raíz clásica suman el conocimiento del lenguaje del tango. Desde el comienzo de los ensayos, Vila demuestra una firme claridad conceptual al frente de un sexteto en el que él mismo ejecuta el piano, junto a Horacio Romo (bandoneón), Damián Bolotin (violín), Fabián Fazio (flauta traversa y saxo), Enrique Guerra (contrabajo) y Jorge Pemoff (percusión).
[La música atrapa, crea tensión y sirve al texto de Gambartes. Arias, diálogos, dúos y demás conjuntos, entre los que se intercalan contundentes momentos instrumentales, conducen la trama de manera precisa y justifican cada momento.]
Cuando se alce el telón, verán a la agrupación instrumental dispuesta en el fondo del escenario y un elemento escenográfico mínimo. Desde el primer momento se buscó la síntesis, para el dispositivo lumínico se recurrió a Jorge Traferri, y para el vestuario a Mini Zuccheri.
[En medio de este marco, el peso de Orestes recae en la fuerza expresiva de las voces y en los movimientos de los cuerpos de los bailarines, de intervención esencial para esta austera y patética “tragedia de arrabal”. ]
Betty Gambartes
Diego Vila
El Ing. Frank Marmorek, Presidente
de Buenos Aires Lírica, junto a
Claudio Ballatore, Ricardo Klapwijk,
productor y asesor de tango,
y Betty Gambartes