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       + madama butterfly + l'italiana in algeri + la clemenza di tito + orestes + lucia di lammermoor  | 
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     L'ITALIANA IN ALGERI comentarios  | 
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             + introducción + estreno, repercusión, olvido y exhumación + buenos ayres + algunas consideraciones  | 
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             Por Claudio Ratier  | 
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             Gioacchino Rossini inició su meteórica carrera a los 18 años, y la primera ciudad en recibirlo y hacerle conocer sus primeros triunfos fue Venecia. Para el Teatro San Benedetto de esa ciudad escribió l’Italiana in Algeri, comedia sobre libreto de Angelo Anelli, con antecedente inmediato en la creación homónima de Luigi Mosca. El estreno tuvo lugar el 22 de mayo de 1813 y el éxito fue total. Es que la ópera, compuesta por Rossini a manera de divertimento personal, otorgó nueva vida al género buffo, que se encontraba en estado de estancamiento. Creación genial y rica en ocurrencias, es el “non plus ultra” de la “comedia turca” tan cultivada en el settecento. Con el tiempo fue desplazada por otra creación rossiniana, Il barbiere di Siviglia, hasta que a comienzos del siglo XX se la rescató del olvido. La visión de un compositor con el alma puesta en el siglo XVIII, pero con ideas nuevas que expresar. Su originalidad y sus consideraciones. La ciudad de Buenos Aires tiene una antigua relación con el Cisne de Pesaro, inaugurada con aquella primera representación de Il barbiere di Siviglia a cargo de la compañía de Mariano Pablo Rosquellas, en 1825. Al año siguiente se dio a conocer l’Italiana in Algeri, con un importante éxito de público.  | 
    
     
 Viñeta de la portada de la partitura 
 Retrato de María Marcolini, la primera Isabella (Colección A. Bertarelli, Milán) 
 Grabado de Giocchino Rossini  | 
  
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             Cuando
            Gioacchino Rossini estrenó su farsa cómica en un acto La
            cambiale di matrimonio (Venecia, Teatro San Mosè, 3 de
            noviembre de 1810), contaba con sólo dieciocho años y conoció el
            buen recibimiento del público. La serie de doce representaciones
            fue inusitada para un principiante que, ya en su debut como
            operista, manifestaba las características de un genio que no tardaría
            en afirmarse. La inefable intuición teatral, el sabio tratamiento
            de las voces (las crónicas recuerdan que desde su niñez Rossini
            fue un estupendo cantante), la ágil dinámica dramático-musical y
            ciertos hábitos que delinearon su personalidad como compositor, ya
            estaban presentes. A este éxito inicial siguieron los estrenos de l’equivoco
            stravagante (Bolonia, Teatro del Corso, 29 de octubre de 1811), l’inganno
            felice (Venecia, San Mosè, 8 de enero de 1812), Ciro in Babilonia (Ferrara, Teatro Municipal, 14 de marzo de 1812;
            primera incursión, no demasiado feliz, en la ópera seria), La scala di seta (Venecia, San Mosè, 9 de mayo de 1812), Demetrio
            e Polibio (Roma, 1812; la partitura, compuesta antes de La
            cambiale…, data de 1808) y, como coronación de un período
            tan prolífico, La pietra del
            paragone (Milán, Teatro alla Scala, 26 de noviembre de 1812).
            La fama se extendía rápidamente y Venecia, ciudad providencial
            para esta joven y brillante carrera, se empeñaba en recibir más
            frutos de su amado Rossini. En 1813 llegaron l’occasione
            fà il  
 Portada de la primera edición (Conservatorio Luigi Cherubini, Florencia)  | 
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