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LA CLEMENZA DI TITO

LOS PREPARATIVOS DE UNA GRAN PRODUCCIÓN

En la mitad de su primera temporada Buenos Aires Lírica prepara su tercera producción, La clemenza di Tito, ópera seria que Wolfgang Amadeus Mozart compusiera sobre el final de su vida. La elección de este título se debe a una acertada sugerencia de Susana Frangi, responsable de la dirección musical del espectáculo. Con la certeza de que nuestro medio tiene la fortuna de contar con los intérpretes ideales, de inmediato nos pusimos a trabajar en la elección de los cantantes que integran los dos elencos. Pero estas garantías de calidad no resultaban suficientes para hacer de La clemenza di Tito un espectáculo distinto, una gran producción que dará mucho que hablar en diversos aspectos. Por esta razón se eligió para la puesta en escena a Marcelo Lombardero, uno de los artistas líricos más completos que han surgido en los últimos años, capaz de descollar como cantante y régisseur. En su tarea lo acompañan Luciana Gutman (diseñadora de vestuario), Daniel Feijóo (escenógrafo), Horacio Efron (diseñador de iluminación) y Rita Cosentino (asistente).

Es costumbre de estas crónicas del backstage adelantar lo que aparecerá una vez que se alce el telón. Pero en este caso no lo haremos. Nada de fotos del vestuario, ni de las maquetas, ni siquiera algún comentario que permita adivinar por dónde pasa la concepción del régisseur. Sólo les decimos que, producto de profundas reflexiones, será algo muy diferente a lo que acostumbramos a apreciar en óperas de Mozart. Para saber más, habrá que esperar al 21 de agosto.

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Portada de la 

partitura

 

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Susana Frangi

imparte indicaciones

a los cantantes

 

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Marcelo Lombardero

durante un ensayo

escénico

 

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