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En 1977 debutó en La Scala de Milán como Edgardo en Lucia di Lammermoor de Donizetti y en 1978 debutó en el Metropolitan de Nueva York como Alfredo en La traviata de Verdi. En 1982 compartió con Plácido Domingo el rol de Mario Cavaradossi en Tosca de Puccini, en el Teatro Colón de Buenos Aires, con Eva Marton como protagonista.
Inmediatamente fue reconocido como uno de los principales cantantes del momento y su carrera se desarrolló en los principales teatros líricos del mundo. Entre sus actuaciones podemos mencionar Don Carlos de Verdi en la Ópera de Viena bajo la batuta de Claudio Abbado en 1986, donde también cantó La bohème, Werther, Cavalleria rusticana, Los cuentos de Hoffmann, Fedora y Tosca.
Luego sumó Carmen, bajo la dirección de Zubin Metha, el Réquiem de Verdi con Ozawa, y Adriana Lecouvreur con Mirilla Freni y la dirección de James Levine en el Metropolitan Opera de Nueva York.
En 2008 cantó en el concierto por los 100 años del Teatro Colón. En 2011 fue invitado nuevamente a Viena, donde cantó la opereta El país de las sonrisas de Franz Léhar, ciudad a la que regresará en 2012.